España se considera un país de propietarios. Aunque cada vez son más los que eligen el alquiler, casi el 50% que lo hacen es por la incapacidad de no poder adquirir una vivienda propia, a pesar de ello los españoles prefieren una propiedad frente al alquiler de una casa.
El 81% de los españoles prefieren una propiedad frente al alquiler
Un último estudio ha constatado que el 81% de los españoles prefieren una propiedad que un piso de alquiler.
Los datos que nos plantean es que el 43% de los inquilinos afirma que adquirían una propiedad en los próximos cinco años, mientras que un 40% no lo prevé hacer a corto ni a medio plazo, pero que no lo descartan en un futuro lejano.
Sólo el 17% prefiere una vivienda de alquiler, y no se plantean comprar una vivienda ni a medio ni a largo plazo.
Propiedad frente al alquiler: La percepción de alquilar es tirar el dinero
Otro dato interesante, es que aumenta la percepción de que alquilar es tirar el dinero, un pensamiento que había perdido fuerza, pero que ahora la vuelve a coger después de la crisis económica.
En cuanto a la compraventa de viviendas, Madrid se desmarca con una gran diferencia como la ciudad más activa, con un 27% del total de compra de viviendas, frente al 17% en Cataluña.
Entre Cataluña, España y Andalucía concentran el 57% de las compras de vivienda de todo el país.
Por último, cabe decir que la vivienda en propiedad cae cada año levemente debido a las condiciones económicas, laborales y sobre todo la dificultad de acceder a una hipoteca, sobre todo para los jóvenes españoles.
Emancipación juvenil
La emancipación de los jóvenes de nuestro país es cada vez más difícil. Los datos de empleo de este colectivo, y de la emancipación han empeorado en los últimos años y siguen muy lejos de la media de la Unión Europea, ya que ninguna de las comunidades autónomas logra llegar a la media; sólo Madrid, Barcelona, El País Vasco y Navarra se acercan tímidamente, lo contrario que Asturias, Andalucía o Murcia.
Un 54,6% de este colectivo vive emancipado, aunque eso no quiere decir que habitar fuera de su vivienda familiar, es que sean económicamente independientes.
Es por eso, que un 33% del porcentaje total sigue dependiendo económicamente de sus familiares, debido a los salarios insuficientes, a la inestabilidad económica y de la precaria situación laboral.
Costes de acceso a un piso
Lo que está claro es que independizarse no significa ser independiente para los jóvenes, debido a que una gran mayoría de ellos necesitan la ayuda económica de sus progenitores para poder mantenerse.
Les cuesta ser totalmente independientes, debido también a la financiación de los estudios, las prácticas y el tiempo limitado que tienen para trabajar…
Además, el coste del acceso a un piso supone un porcentaje muy elevado de los salarios de las personas jóvenes, por esa razón buscan otras estrategias, ya sea ayudas familiares, como compartir piso con otros compañeros.
Es evidente que hay un condicionante económico importante, pero también influyen otros factores que cabe destacar, como, por ejemplo, los valores culturales y religiosos que imprimen un determinado concepto de familia.