En 2021 hemos sido testigos de cómo el sector inmobiliario ha sido uno de los más resilientes de la economía española. De hecho, la pandemia apenas ha hecho mella en el precio de venta de la vivienda, al tiempo que el ahorro acumulado durante el confinamiento, que ha alcanzado cifras máximas, ha encontrado en la vivienda una oportunidad de inversión.
Según el informe ‘Análisis de oferta y demanda venta y alquiler’ del portal inmobiliario pisos.com, en 2021 los vendedores ofrecían un piso tipo por un precio medio de 150.240 euros, mientras que los compradores contaban con un presupuesto de 112.500 euros. La diferencia, por lo tanto, ha sido de 37.740 euros, 2.280 euros menos que en 2020.
La disminución con respecto a 2020 se ha dado principalmente por parte del comprador, quien ahora se dispone a pagar más por un inmueble.
Ferran Font, el director de Estudios de pisos.com, ha señalado que “el comprador con interés residencial cuya situación laboral ha permanecido estable ha aprovechado el contexto de escaso gasto para acumular la parte no financiada por el banco, lanzándose a la adquisición en cuando ha vuelto la normalidad al mercado”.
Ferran Font – Director de Estudios de pisos.com
Incremento del presupuesto ante el precio de venta de viviendas
La distancia entre vendedor y comprador ha disminuido, sobre todo, debido a que lo que el futuro propietario está dispuesto a pagar se ha incrementado de un año a otro. Además, la oferta se ha encarecido suavemente.
Concretamente, el incremento de 15.000 euros en el presupuesto de los demandantes ha conseguido acortar la brecha, ya que el precio del piso tipo ha crecido menos: 12.720 euros en un año.
Si en el 2020 la brecha entre el precio del vendedor y el del comprador fue del 41%, en 2021 alcanzó el 34%. Se trata de una cifra similar a la del 2011, año en el que la brecha se sitúo en el 33%.
Según ha apuntado el director de Estudios, “en un entorno de inflación al alza, la compra de propiedades inmobiliarias ha sido la respuesta de una demanda que no está interesada en mirar hacia productos financieros demasiado complicados, y que prefiere combatir la pérdida de poder adquisitivo centrando sus esfuerzos en el ladrillo”.
Ferran Font – Director de Estudios de pisos.com
Precio de venta por comunidades autónomas
Por comunidades autónomas, solo Galicia ha visto reducido su presupuesto de partida en el momento de buscar un inmueble en venta. Mientras que en Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, La Rioja y Madrid se ha incrementado.
El precio de salida más elevado se ha dado en País Vasco con 247.500 euros de media. Por el contrario, los precios más bajos se han registrado en Murcia, Galicia, Extremadura, Comunidad Valenciana y Asturias, con 67.500 euros de media.
Los territorios donde la oferta y la demanda han estado más igualadas fueron Castilla-La Mancha, País Vasco y Extremadura, mientras que los mayores desajustes se dieron en Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia.
Por provincias
En lo referido a provincias, la cantidad de dinero que la demanda ha estado dispuesta a invertir disminuyó en cuatro y subió en trece.
Quienes partieron de una cantidad más alta fueron los guipuzcoanos (277.500 euros), seguidos de vizcaínos (217.500 euros), baleares (172.500 euros) y alaveses (172.500 euros). Mientras que los españoles procedentes de 26 provincias buscaron vivienda por el mínimo precio registrado (67.500 euros).
En cuanto a los territorios en los que la demanda ha superado a la oferta, se han registrado un total de siete provincias, entre las cuales han destacado Ciudad Real, Toledo y Cuenca.
Precio de venta por capitales
Finalmente, por capitales, los donostiarras estuvieron dispuestos a pagar la cantidad más alta: 292.500 euros de media. Le han seguido bilbaínos (247.500 euros), barceloneses (232.500 euros), madrileños (187.500 euros), vitorianos (172.500 euros) y mallorquines (157.500 euros), compradores dispuestos a pagar por encima de los 150.000 euros.
El límite más bajo registrado (67.500 euros de media) se ha dado en nueve capitales.
Los territorios que han contado con las brechas más altas fueron Las Palmas de Gran Canaria (77%), Madrid (74%), Palma de Mallorca (72%).