La pandemia de la Covid-19 ha puesto de relieve la importancia de cubrir las necesidades básicas en el hogar y por esa razón muchas personas se han planteado buscar una nueva solución, las casas prefabricadas.
Además, durante los últimos meses la sociedad ha experimentado un deseo de cambio de vivienda, muchas veces vinculado al ámbito rural o a casas amplias con espacios verdes para disfrutar.
Sin embargo, dada la situación actual, no todos disponen de los ahorros suficientes para realizar la compra de un inmueble de estas características.
En este contexto, el sector dispone de una solución económica, rápida y personalizada que lleva en auge varios años y que puede convertirse, con el tiempo, en la clave del futuro del mercado inmobiliario: las casas prefabricadas.
Aumento de casas prefabricadas
Actualmente, en España hay menos de un 1% de casas prefabricadas. Este porcentaje es bastante inferior al de otros países como Suecia, Noruega, Finlandia, Reino Unido o Alemania, que ocupan entre un 7% y un 45% de parque “industrial”.
A pesar de ello, el interés por este microsector ha ido en aumento. Tal y como asegura Blanca del Escobal, responsable de marketing y comunicación de Grupo Eurocasa modular, desde 2015, “el número de clientes que apuestan por este tipo de casas se ha multiplicado año tras año”, pero tras el estado de alarma el volumen de solicitudes de información se ha incrementado drásticamente, explica.
De hecho, las principales constructoras del mercado nacional, ACR y Avintia, confían en la relevancia de este tipo de inmuebles de cara a los próximos años.
“Antes de 2025, una de cada tres nuevas viviendas para el alquiler en España será prefabricada o de construcción industrial”, auguran ambas compañías.
ACR y Avintia
Diversos modelos adaptados a las necesidades del sector
Gracias al desarrollo de la tecnología, impulsado por el creciente interés en el sector, existen diversas propuestas de casas prefabricadas que se adaptan a las necesidades de un mercado cada vez más exigente.
Un ejemplo de ello son las casas prefabricadas plegables que se instalan en tres horas.
Casas prefabricadas Brette Haus
La startup letona Brette Haus presentó a finales de 2020 este proyecto de fácil transporte e instalación, que disminuye el impacto medioambiental de fabricación.
Con el sistema de bisagras implementado en la estructura de la vivienda, el propietario puede reubicarse hasta 100 veces dónde él quiera de forma rápida y sencilla.
Este tipo de viviendas oscilan entre los 19.000 y los 30.000 euros, dependiendo del tamaño deseado, y es perfecta para todos aquellos viajeros que no quieren prescindir de las comodidades de su hogar.
Otro modelo que puede cambiar los parámetros de construcción del mercado son las casas prefabricadas impresas en 3D.
Casas impresas en 3D: Mighty Buildings
Esta es la propuesta de la compañía estadounidense Mighty Buildings, quien asegura que pueden fabricar un habitáculo de 30 metros cuadrados en menos de 24 horas gracias a la tecnología de impresión en tres dimensiones.
Su modelo de vivienda consiste en un refugio o cabaña para disfrutar en una zona rural, que se construiría en las instalaciones de la empresa, se transportaría a la propiedad del cliente en un camión y se colocaría en el terreno con una enorme grúa.
Aunque su precio rondaría los 100.000 dólares, la compañía dispone de opciones más grandes y caras que superan los 150.000 euros.
Las ventajas de las casas prefabricadas
Con el creciente interés por las casas prefabricadas, los modelos han ido mejorándose y adaptándose a las necesidades del mercado.
Estas son algunas de las ventajas de este tipo de construcciones:
- La fabricación se realiza en un entorno controlado. Por lo tanto, no depende de la climatología y otros factores externos. Además, es más cómodo para el cliente, ya que no se realiza en su parcela.
- Hay un control de todos los procesos productivos. Esto incluye, por supuesto, un control sobre el coste del proyecto, que queda cerrado antes del inicio de la construcción.
- Precisamente, el precio es una de las ventajas que tiene este modelo sobre las casas tradicionales. Aunque el precio de las casas prefabricadas puede variar según la calidad, el tamaño y el montaje, se dice que el ahorro que se hace respecto a una tradicional es del 40%, lo que permite reservar gran parte del presupuesto para comprar un terreno más grande o mejor situado.
La construcción se realiza en poco tiempo, lo que responde a la demanda de inmediatez de los clientes.
Las casas tradicionales tardan muchos meses y, si surge algún retraso, podemos esperar hasta un año a la finalización del proyecto.
Con las casas prefabricadas, solo hay que montarlas, preparar la red eléctrica, el agua potable y el alcantarillado.