Los jóvenes españoles son quienes tienen mayores dificultades para acceder a una vivienda.
Normalmente, este segmento de la población está ligado a salarios precarios que impiden asumir un alquiler de mercado elevado –como el que se detecta en las principales ciudades españolas y sus áreas metropolitanas.
Los jóvenes y el problema de la vivienda
Asimismo, los jóvenes no suelen disponer de ahorros para comprar una vivienda, de manera que tampoco pueden optar a una hipoteca.
En este contexto, una gran parte de los jóvenes españoles está resignada a permanecer en casas de sus padres o a compartir una vivienda con otras personas, algo muy habitual en las grandes ciudades.
No obstante, existen diferencias dependiendo de las zonas. Así lo evidencia el último estudio elaborado por Aedas Homes.
Datos de Aedas Homes
Según los datos de la compañía, apenas un 40% de las personas entre los 25 y los 40 años vive en una vivienda de propiedad.
La tasa de los que viven con sus familiares o en arrendamiento es del 30%, pero varía especialmente entre el norte y el sur de España.
De este modo, el porcentaje de jóvenes que sigue viviendo con sus padres es del 39% en el sur de España (Andalucía y Extremadura), mientras que en el noreste del país (Cataluña, Huesca y Zaragoza) la tasa se sitúa en el 22%, casi la mitad.
Este porcentaje es aún más bajo en Madrid, donde la tasa de jóvenes que permanecen en casa de sus progenitores es del 16%.

Alquileres en las grandes ciudades y la situación de los jóvenes
Los datos de alquiler respecto a los jóvenes son mayores en las grandes ciudades.
En Madrid y Barcelona, zonas de gran peso a nivel educativo (universidades, centros especializados) y laboral, las tasas de arrendamiento son superiores al 34%; mientras que, en el sur y el norte central del país, los datos se sitúan entre el 19% y el 18%.
Sin embargo, estas dos áreas también presentan diferencias, concretamente en cuanto a la propiedad, ya que en el sur sólo un 39% de los jóvenes vive en su propia vivienda, mientras que en el norte central los datos aumentan al 52%.
El estudio de Aedas Homes también refleja que el arrendamiento comienza a ser cada vez más una opción a largo plazo para las generaciones más jóvenes.
Pese a la cultura de compra que predomina en nuestro país, los jóvenes comienzan a apostar por viviendas de alquiler a largo plazo, especialmente los que están entre los 35 y los 40 años y tienen un perfil económico medio-bajo.
Compartir piso en Barcelona y Madrid para los jóvenes
Las cifras de quienes comparten una vivienda en Madrid y Barcelona en la misma franja de edad es también muy distinta entre las dos principales ciudades del país. En Barcelona hay un 20% de personas de entre 25 y 34 años compartiendo piso.
En cambio, en la capital, este dato se reduce al 7,5%. La situación cambia cuando hablamos de jóvenes entre 35 y 40 años: un 9,1% comparte piso en Madrid, mientras que solo un 4% lo hace en Barcelona.