La vivienda de protección oficial o VPO no pasa por sus mejores momentos en España y vuelve a acaparar la actualidad.
Según los últimos datos aportados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, recogidos por El País, poco más del 13% de la VPO construida en los últimos cinco años en España se ha consignado al alquiler.
Por ello, el Gobierno planea fijar por ley que un 50% de esta tipología de vivienda se dedique al arrendamiento, lo que contribuiría a ampliar el parque en alquiler.
Perjuicio de las VPO en los últimos años
La realidad es que el estallido de la burbuja inmobiliaria a principios de los 2000 perjudicó mucho a la vivienda protegida. España pasó de construir 60.000 VPO en 2008 a menos de 5.000 en 2017.
Los datos, que han mejorado ligeramente en los últimos años, siguen lejos de los objetivos marcados por el Ejecutivo.
Durante el pasado ejercicio se acabaron más de 8.700 inmuebles de este tipo y las previsiones del Gobierno son aumentar esta cifra para que los alquileres asequibles sean un pilar fundamental en su legislatura, según apuntan desde El País.
El principal problema es que el sector continúa centrando sus esfuerzos en la venta.
En este sentido, de los más de 36.000 hogares construidos en el último lustro, solo 4.793 fueron a parar al alquiler, según datos del Ministerio que dirige José Luís Ábalos.
Mejoran los datos de viviendas construidas de VPO
Sin embargo, el mercado ha comenzado a mostrar mejores cifras. El año pasado, de las 8.732 viviendas construidas, 2.026 fueron de alquiler, lo que representa el 23,2% del total.
Para los especialistas es de vital importancia cambiar la tendencia del último ciclo, en el que las políticas de vivienda españolas se han centrado especialmente en la venta de VPO.
La presidenta del Observatorio de la Casa Metropolitana de Barcelona, Carme Trilla, afirmaba a El País que “esto es lo que marca la diferencia con otros países que hicieron parques sociales, pero destinados al alquiler”.
La crisis de 2007 y las dificultades para acceder a la compra de vivienda por parte de los jóvenes cambiaron la mentalidad de los españoles, que ahora prestan más atención al alquiler que a la compra.
De hecho, ante el auge de este modelo, muchos promotores han dedicado parte de sus productos a “construir bajo demanda”.
El sector público y las viviendas de alquiler social
Por lo que respecta al sector público, también pretende revertir esta situación, pues tras el estallido del boom inmobiliario tomo conciencia de que sus viviendas destinadas al alquiler social eran muy escasas.
Para resolver esta situación, el Gobierno propone destinar a arrendamiento el 50% de los terrenos asignados a VPO con el propósito de incrementar la oferta de alquiler de viviendas.
El secretario general de Agenda Urbana y de la Oficina de Vivienda, David de Lucas, indicó a El País que “están buscando soluciones prácticas para aumentar realmente la oferta de viviendas”.
Además, señaló que el planteamiento del ministerio no busca, en ningún caso, cambiar lo que las CCAA dedican en materia de VPO con base en la legislación de cada una de las autonomías, ya que es cada territorio el que establece cuánto suelo reserva a promociones de carácter protegido.