En España y en Europa, el término hipoteca verde ha ido ganando importancia en el último lustro, en línea con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, a pesar de tener una buena percepción entre los propietarios, son pocos los que finalmente se plantean contratar financiación sostenible.
Muestra de ello se ha reflejado en el informe ‘El camino a la sostenibilidad en el hogar’, impulsado por la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), que ha puesto de manifiesto que tan solo el 37% de los propietarios baraja contratar hipotecas verdes frente a las convencionales.
El documento también ha revelado que 9 de cada 10 españoles considera tener un hogar eficiente, un optimismo compartido en gran parte del continente europeo, que deja entrever el desconocimiento existente sobre la realidad del parque inmobiliario.
Para la realización del estudio, se ha tomado una muestra de 4.000 propietarios que acaban de adquirir un inmueble, o que están a punto de hacerlo, en España, Portugal, Italia, Suecia, Países Bajos, Rumanía, Hungría y Alemania.
¿En qué consisten las hipotecas verdes?
Al hablar de hipotecas verdes hacemos referencia a aquellas destinadas a la compra de una vivienda sostenible (con calificación energética A+, A o B) o a la reforma de un inmueble antiguo con el fin de reducir su impacto medioambiental y mejorar su eficiencia energética.
Lo cierto es que son relativamente nuevas en el mercado. No obstante, debido al nuevo enfoque sostenible para descarbonizar las ciudades y a la llegada de fondos europeos en materia de rehabilitación, están adquiriendo mayor importancia entre la sociedad.
Según Miguel Riera, responsable de Hipotecas de HelpMyCash, este tipo de hipoteca ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Riera ha indicado que “antes del año 2019 solo existía un banco que comercializaba uno de estos productos, Triodos Bank”. Desde entonces, la oferta se ha ampliado con BBVA, Bankinter, Liberbank, Banco Santander, Banco Mediolanum, etc.
Ventajas y requisitos
A nivel nacional, son múltiples los bancos que ofrecen hipotecas verdes y, dependiendo del caso, las ventajas varían.
Aun así, la principal ventaja que presentan es que cuentan con un diferencial inferior que las hipotecas convencionales. Es decir, por su concesión, se pagan menos intereses.
En cuanto a los requisitos, el mayor condicionante es que el dinero recibido de la entidad bancaria se debe invertir en una vivienda calificada como ‘sostenible’.
En esta línea, destaca la existencia de dos tipos de inmuebles sostenibles que, a su vez, son las dos opciones principales a las que van dirigidas las hipotecas verdes:
- Construcción o compra de una vivienda sostenible: el dinero del préstamo debe destinarse a la construcción o adquisición de un inmueble con certificado energético A o B.
- Rehabilitación de una vivienda para mejorar su eficiencia energética: el préstamo debe utilizarse para reformar y mejorar al menos un 30% la eficiencia energética del inmueble.
El 85% de los propietarios considera la hipoteca verde una solución idónea
El informe de la Unión de Créditos Inmobiliarios también ha recogido que 8 de cada 10 españoles asegura conocer el funcionamiento de las hipotecas verdes y un 85% las considera una solución atractiva para lograr una vivienda sostenible.
Sin embargo, debido a su incipiente aparición, únicamente el 37% de los encuestados se ha planteado contratarla frente a una de tipo convencional.
Independientemente de la tipología de hipoteca, tanto en España como en Europa, el tipo de interés, la cuota y los plazos siguen siendo los principales factores que determinan su contratación.
De entre todos los elementos a considerar en el proceso, la sostenibilidad sigue estando en la cola al ocupar el undécimo puesto en nuestro país.
Según Cátia Alves, directora de RSC y Sostenibilidad de UCI, “esta percepción demuestra el gran desconocimiento que existe en España y gran parte de Europa sobre los factores que influyen en la sostenibilidad de un hogar. Si nos centramos en España, más del 80% de la compra de vivienda es de segunda mano y, por tanto, suelen ser antiguas y poco eficientes y necesitan acometer rehabilitaciones para mejorar su confort y eficiencia energética”.
Parque inmobiliario envejecido
Paralelamente, el estudio también ha señalado que 9 de cada 10 españoles cree tener un hogar eficiente, pese a que la realidad indique lo contrario: 4 de cada 5 edificios son ineficientes energéticamente.
En este contexto, según ha indicado el portal inmobiliario Idealista, más de la mitad del parque inmobiliario español tiene una antigüedad de más de 40 años.
A nivel europeo, gran parte de los inmuebles también fueron construidos entre la década de los 60 y los 80, en base a certificados energéticos bajos o, incluso, inexistentes.
Países Bajos es una excepción de ello al contar con un 60% de viviendas con certificación energética entre A-C.